Era un día de otoño, específicamente otoño de 2002. Hacía ya 10 años que había ocúrrido el fatídico hecho. Ahora convertido en leyenda urbana nadie creía en él, nadie excepto "Pablito", como lo conocían en ese entonces, él lo recordaba perfectamente.
-¡No lo hagas! Por favor - gritaba, imploraba la sufriente Mariana.
-¿Por qué no? Si te lo merecés - respondía tajante Pablito.
-No sabía lo que hacía.
-Sí sabías, lo sabías perfectamente al igual que tu grupito de amigos - dijo Pablito señalando un grupo de cuerpos por los que todavía brotaba ese líquido rojo, casi negro. Cuerpos que parecían montañas una junto a otro: la imagen del aquietamiento, la imagen de la muerte.
- Esta imagen era la que mantenía vivo el deseo de asesinar. ¿Por qué? Porque un grupo de jóvenes lo habían herido donde menos tendrían que haberlo hecho. Acordate, dale, seguí así, dejá que surja de nuevo el asesino sediento de venganza- estas palabras resonaban en Pablito como si alguien hablara a lo lejos, incentivándolo en su rol.
-Te acordás cómo me perseguían, cómo me atormentaban todos los días en el receso. - gritaba frenéticamente Pablito con una sonrisa llena de malicia, de odio.
-Bien, bien. Así.
-Sí, me acuerdo, pero éramos jóvenes, yo seguía al grupo nada más. Vos me caías bien, no tenía ningún problema con vos.
-Ahh te caía bien, qué bueno - sarcásticamente - y por qué nunca me hablabas más que para burlarte de mí. Sos una hipócrita, no te vas a salvar de esta. Te condenaste al unirte a ese grupo.
-Pe... pe... pero, te pedí perdón - exclamaba Mariana entre llantos.
-Demasiado tarde, demasiado tarde. Llegó la hora - decía Pablito mientras levantaba el machete ensangrentado.
Pero en un último acto desesperado Mariana arremete contra Pablito y lo derriba sobre el escritorio del director de la secundaria "La Ribera". La Ribera, es una de las escuelas pupilas más prestigiosas y más antiguas del conurbano. Consta de un edificio de unos treinta mil metros cuadrados, rodeado de un extenso patio de césped verde con caminos hechos de baldosas que retrataban los hitos más importantes de la historia de la humanidad, como los primeros descubrimientos antropológicos, o la detonación de la primera bomba atómica. Grandes fuentes se encuentran en los cruces de caminos. Al costado de algunos caminos hay grandes cetos que forman pequeños jardines en su interior donde los alumnos pueden descansar y recibir a las visitas los fines de semana. Diez años antes en unos de esos jardines se encontraba un jóven de unos quince años lloriqueando tras una estatua, y un grupo de alumnos burlándose de él.
-Acórdate, estas imagenes recorren tu mente mientras forcejeas con Mariana por el machete. Caen del escritorio rodando, Pablito encima de Mariana, ella logra sacarselo de encima empujándolo con sus piernas, el machete había caído hacia un costado yendo a parar bajo un mueble. Pablito se recupera rápidamente y arremete nuevamente hacia Mariana, pero ella logra alcanzar el machete y se lo clava justo cuando saltaba sobre ella.
-¡Corten! ¡Bien, muy bien! Por hoy basta, mañana grabamos la escena del jardín.
Reflexión sobre la narración
La narración, dicen Alvarado y Yeannoteguy, desde la etimología tiene que ver con conocimiento y experiencia. La narración se relaciona con el conocimiento que se adquiere a través de la experiencia, se trata de un modo particular de organizar el pensamiento y el conocimiento.
Efectivamente la narración esta fuertemente vinculada al conocimiento y a la experiencia. Cuando un abuelo cuenta a su nieto historias de su propia infancia está narrando, cuando alguien cuenta o da un testimonio sobre determinado tema está narrando, uno escribiendo reflexiones está narrando, y así pueden enunciarse cientos de ejemplos sobre la narración. Así mismo muchos escritores narran o crean personajes a partir de experiencias propias o ajenas.
La narración es un juego donde interactúan el conocimiento, la experiencia y la imaginación. Si uno quiere escribir un cuento, no puede prescindir de alguno de estos actores, necesita cierto tipo de conocimiento acerca de la escritura, experiencias propias o ajenas que conjugadas a la imaginación y la inventiva generen un relato, en el caso del cuento ficcional, ya que la narración no es sólo ficción. La narración tiene diferentes tipos de géneros, tal como enumeran Rest y Benjamín: el cuento que es una pieza de ficción breve que se puede leer rápidamente; la novela que aparece como el encadenamiento de historias sucesivas, con la elaboración más minuciosa de personajes y situaciones narrativas; la crónica más realista que las anteriores, es la narración de hechos reales e históricos; la noticia que aparece como el relato de un hecho en forma más reducida y de lectura más fácil y rápida que una crónica, que se renueva día a día, estableciendo lo efímero de algunos medios de comunicación.
La narración es en todos los casos un relato que puede variar según las necesidades, obligaciones y las intenciones del que lo escribe o mejor dicho narra.
Notas de lector a Salinger
Un día perfecto para el pez banana
En este texto Salinger utiliza un mismo tiempo para la historia y para el discurso. Utilizando algo de guión cinematográfico, haciendo toques a un tiempo anterior: Seymour en la guerra, el libro en alemán que le regala a Muriel. Y también utiliza diálogos naturales, que se dan espontáneamente, no llevan una explicación de la vida de los personajes, no son diálogos rebuscados.
Poniendo el dialogo de Muriel y la madre en el comienzo logra atrapar al lector, creando en él una intriga por saber que va a pasar con Seymour, deje expectante al lector por ver si va a dañar a alguien, y más aun con la escena de él con Sybil en la playa, uno queda esperando que le haga algo.
Pero finalmente termina descargando su locura sobre si mismo.
La historia uno que encontré es la de las vacaciones de la pareja. Y la historia dos es la locura de Seymour, ¿qué pasó en su vida? ¿volvió loco de la guerra?
El hombre que ríe
En este texto el autor usa una estructura de cajas chinas: una historia dentro de otra, con un único punto de vista: el del narrador como niño. Hay más descripciones que en el cuento anterior.
La historia uno es la del niño con el grupo Comanches. Y en cuanto a la historia dos se me presenta una duda: la que encuentro es la de “el hombre que ríe”, la historia que cuenta el jefe, pero también puede ser la del noviazgo entre el jefe y Mary. Quizás se relacionan ambas historias porque el jefe termina matando al hombre que ríe justo después de romper o terminar el noviazgo con Mary.
Notas de lector a Walsh
Los oficios terrestres
En este texto Walsh juega con el tiempo entre el hoy (presente) de lo que sucede en la escuela, y el ayer (pasado) donde se desarrolla la fiesta del Corpus Christi. Específicamente desarrolla la historia en dos días del mes de junio de 1939.
El relato gira en torno a la historia del camino con el cajón de basura de Dashwood y el Gato, y como pasan en frente de los diferentes oficios terrestres que realizan otros chicos, el propio es el de acarrear el cajón de basura.
El oficio que el Gato y Dashwood de acarrear el cajón de basura representa la cruz que cada uno lleva, los problemas que acarrean en sus mentes. Dashwood se siente mal extraña mucho a su madre a quien ama demasiado para estar separados, el cajón repleto representa las penurias que lleva Dashwood en su corazón. Mientras que el Gato acarrea el rencor que siente por los chicos que los persiguieron una noche casi hasta la muerte, entre ellos Dashwood.
La historia uno es la fiesta del Corpus Christi y el camino del cajón de basura al otro día. La historia dos vendría a ser la historia personal de Dashwood que a lo largo del camino piensa en sus penas, y que al final decide escapar del colegio para ir con su madre amada.
Nota al pie
¿Qué leo primero: la nota al pie o el relato de lo que pasa con Otero? ¿O lo leo en forma intercalada?
Estas dudas surgieron cuando vi que la nota al pie no es como cualquier nota que termina en la misma página en que comienza, o en la siguiente, sino que esta nota se extiende hasta terminar la narración, e incluso se convierte en el fin de la narración.
Decidí leer intercalando primero el texto y luego la nota en cada una de las paginas. Al comienzo todo iba bien, pero a medida que avanzaba el texto la nota fue tomando más importancia y ocupando más lugar que la otra parte del texto. Por ello muchas veces tuve que volver a la página anterior para releer, porque de otra manera perdía el hilo del relato de Otero. Además de esto no se me presento ninguna otra dificultad.
Walsh demuestra una vez más que puede jugar con comparaciones sin ningún problema, y con ellas lograr desarrollar diferentes descripciones.
En ambas partes desarrolla dos sentimientos diferentes: en una la culpa que Otero siente por no haber tenido más en cuenta a León, no haberse acercado más a él. Y en la otra la gratitud de León hacia Otero y La Casa, gratitud que poco a poco se va transformando en reclamo. Reclamo por haber hecho de él una persona más solitaria aun de lo que era, hacerlo sentir más inservible de lo que se sentía, por no hacerlo sentir valorado.
Me pregunto si Walsh inventó esto de un doble relato con la nota al pie, o si tomó la idea de algún otro texto.
Fotos
Leí este texto y sinceramente, al principio no me pareció que era un cuento, se me presentó como el diario de alguien en este caso de Jacinto Tolosa.
Al principio del texto sentí que eran párrafos y diálogos colgados, sueltos. Recién al final encontré una continuidad en cuanto al tiempo del texto, cuando Jacinto vuelve al pueblo y Mauricio se sienta como fotógrafo.
Cuando releí el texto me di cuenta que esto se debía a que Walsh trabaja con un carácter fragmentario, con elipsis, toma partes de una línea temporal y los va dando en un orden cronológico.
El texto además de ser una historia individual tiene una historia social, por ejemplo Walsh refleja en diferentes partes el discurso del campo de esa época. Además va desarrollando en todo el texto temas relacionados al arte: “musas”, poesías, fotos; y hasta genera una discusión sobre qué es arte y qué no cuando Jacinto discute, en algunas partes de el texto, con Mauricio que lo que hace con la fotografía no es arte.
Nota de lector a los cuentos de Carver
En estos textos Carver trabaja mucho con el diálogo, usa muy pocas descripciones, e incluso algunas de las que usa parecen no tener mucho sentido dentro del relato.
Son diálogos naturales como los que se ven en “Un día perfecto para el pez banana”, no son muy rebuscados. Parece trabajar como lo hacía Capote (en “Prefacio para Música para Camaleones”) en sus comienzos, relatando escenas y diálogos cotidianos, de gente común. Diálogos que toma y los pone por escrito, por ejemplo: “Por qué no bailáis” termina siendo una anécdota que la chica cuenta a sus amigas. O en “De qué hablamos cuando hablamos de amor” relata una reunión de dos parejas amigas, con la excepcion de que es un narrador en primera persona y el punto de vista está en él cuando hace las diferentes descripciones, especialmente de la luz del sol en la cocina y de cómo se va desarrollando el diálogo.
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